lunes, 12 de septiembre de 2011

Las grietas dificultan la lucha contra los daños de las riadas

villa del río Vecinos e industriales combaten el desastre causado por
las inundaciones del pasado mayo

Los afectados de los Huertos Familiares ven "ridículas" las ayudas
para la reparación de las viviendas · Algunos empresarios no volverán
a abrir sus negocios por la cantidad de daños que han recibido

F. Garrido Casado | Actualizado 11.09.2011 - 05:01 EL DIA DE CORDOBA

Los habitantes de Villa del Río siguen luchando para volver a la
normalidad después de las inundaciones que sufrieron en mayo, cuando
el arroyo Cañetejo se desbordó y asoló la zona del polígono industrial
de La Estrella y la mayor parte de los Huertos Familiares. Tarea
difícil si se tienen en cuenta las numerosas grietas que presentan
viviendas y naves industriales. Sin embargo, esta catástrofe no ha
sido un suceso puntual en la localidad, ya que es la cuarta riada que
sufren en lo que va de año, según apunta a El Día el teniente de
alcalde de esta localidad, Jesús Morales. El edil subraya que Villa
del Río se convierte en una "isla" cada vez que llueve, ya que está
rodeada por cauces de arroyos, e incluso el propio Guadalquivir, que
representa una de las fronteras laterales del casco urbano.

Morales explica que en las tareas de limpieza que se han desarrollado
en estos cuatro meses se han gastado algo más de 140.000 euros y
puntualiza que "habría sido más rentable invertir en intentar evitar o
paliar los daños de estas fuertes lluvias que en arreglar todos los
desperfectos". Al referirse al motivo de las riadas, el concejal
informa de que el problema se debió a que el puente por el que circula
la autovía y por el que pasa el Cañetejo se atascó, de ahí que la
corriente -que provenía en parte del municipio del Cañete de las
Torres- se vio obligada a rebasar esta infraestructura y comenzó a
llegar a las viviendas de los Huertos Familiares.

Estas casas, cedidas a los vecinos en régimen de arrendamiento, fueron
las primeras afectadas por las fuertes precipitaciones del 18 de mayo.
Uno de los vecinos y conserje del Consistorio, Martín García, apunta
que en 51 años "nunca he visto nada igual como lo que pasó aquel día".
El empleado de la administración local indica que "aquellos días
algunos tuvimos suerte, ya que teníamos familiares y amigos en la
ciudad que nos dejaron dormir en sus casas hasta que pudiéramos volver
a las nuestras". Otros, como fue el caso de Manuel Pérez, informa de
que "estuve durmiendo al lado de un contenedor aquellas primeras
noches porque no podía dejar sola mi vivienda, es todo lo que tengo".
Este afectado aún muestra con miedo el estado del interior del pequeño
domicilio, donde la estructura metálica del tejado aún está al aire.
García destaca que "aquí se vivió algo incomprensible, vivimos
momentos de incertidumbre al ver que el agua no dejaba de crecer,
bajaba y subía continuamente durante más de hora y media". Sólo
algunas pequeñas zonas se salvaron del agua en los Huertos Familiares,
como fue el caso de la cochera de José María Romero, quien al ver que
el nivel crecía -hasta alcanzar una altura que rozaba el metro-
decidió sellar con yeso los márgenes de las puertas, aunque este
método no fue útil para su vivienda, que cedió ante la cantidad de
agua. Romero narra que "de la casa no ha quedado nada, hemos tenido
que tirar todos los muebles y comprar otros de segunda mano". Este
propietario aún señala una marca de pintura fresca que indica la
altura del barro en el dormitorio de su hija pequeña. "No se veía la
cama", apunta. Además, el propietario de la vivienda explica que "tapé
muy bien las hendiduras de las puertas, pero llegó un momento en el
que la situación nos sobrepasó, el agua aparecía a borbotones desde
las cañerías del cuarto de baño".

Al abordar el capítulo referente a las ayudas económicas, García
informa de que el descontento de los vecinos es generalizado. De
hecho, el también empleado del Ayuntamiento señala que las ayudas
provenientes del Gobierno central no han superado los 2.500 euros,
"una cifra ridícula si hablamos de rehacer una vivienda, amueblarla y
adecentar la parcela". En este sentido, matiza que "las personas que
tenían seguro han conseguido algo más, pero aquéllas que no lo habían
contratado lo han tenido mucho más difícil para volver a la
normalidad".

Dejando a un lado las viviendas -con daños bastante cuantiosos-, el
polígono industrial, uno de los corazones económicos tanto de la
localidad como de otros municipios cercanos, fue el gran damnificado
por las inundaciones. Uno de los empresarios de este parque
empresarial, Antonio Palomino, indica que "las lluvias fueron la
puntilla". Explica que "la crisis nos había afectado y muchas firmas
ya estaban sobreviviendo como podían antes de la catástrofe". Y es que
el portavoz de estos trabajadores apunta que, "viendo los daños,
algunos compañeros han decidido no volver a abrir las naves y las
fábricas". Palomino admite que, "dentro de lo que cabe, he tenido
suerte", a pesar de que los primeros días la eliminación de barro y
agua de las instalaciones "no paró". De hecho, el empresario asegura
que durante las semanas siguientes los trabajadores de esta factoría
de rellenos para sofás se dedicaban a limpiar y poner todo a punto "a
lo largo de 15 horas diarias". Añade que "incluso los fines de semana
venían todos los familiares para ayudar en la limpieza de la nave".

El villarriense explica que las industrias del polígono afectadas se
dedican al mueble, por lo que "los tejidos y la madera son elementos
muy sensibles a este tipo de catástrofes y en la mayoría de los casos
los materiales son irrecuperables", explicó. En el caso de Palomino,
el hecho fue más paradójico, ya que las inundaciones acabaron con todo
su almacén, repleto de esponjas y rellenos. "Cuando llegamos, los
bloques habían absorbido todo el barro, se habían secado y eran una
piedra", afirma. De hecho, Palomino señala que los daños en su
factoría se elevan a más de 50.000 euros.

A pesar de la tragedia, el empresario de Villa del Río apunta que
"creemos que para finales de año alcanzaremos el ritmo normal de
producción", a lo que añade que "ahora mismo estamos fabricando lo que
los clientes nos piden, es casi una política de subsistencia". Otro de
los factores que está haciendo esta recuperación aún más lenta es "la
coincidencia con el verano, en el que la actividad se paraliza",
afirma el empresario.

Por otro lado, el descontento hacia las administraciones públicas es
un sentimiento generalizado entre los vecinos de las zonas afectadas.
El propio Palomino informa de que "los primeros días, vinieron todos
los políticos a echarse la foto y a darse un paseo, pero a cuatro
meses después aún estamos esperando a que se cumplan todas las
promesas que mencionaron", destaca. Desde los Huertos Familiares,
Romero también es crítico al señalar que "todos los arreglos los he
tenido que hacer yo, ninguno de los que vinieron se han vuelto a
preocupar por ninguno de los vecinos".

Incluso el teniente de alcalde también denuncia que, tras la última
visita del consejero de Medio Ambiente, José Juan Díaz Trillo, a la
localidad vecina de Cañete de las Torres, "no se dignara a pasarse por
Villa del Río para ver la situación actual de la ciudad". Morales
admite que la catástrofe en el núcleo cañetero fue "algo más grave; de
hecho, la corriente acabó con la vida de una persona, un suceso que no
se debería haber dado", a lo que añadió que "no nos podemos olvidar de
que en la localidad villarrense se han producido cuatro riadas en lo
que va de año", afirma.

De hecho, García señala que "las empresas de aluminios están haciendo
su agosto, ya que los vecinos tenemos miedo a que una nueva lluvia
destroce lo poco que nos queda y nos hemos lanzado a sellar nuestras
puertas con planchas fijas", destaca.

En cuanto a las soluciones, el representante del Ayuntamiento indica
que "aún no se ha materializado ninguna, porque nos encontramos con el
principal obstáculo de todas las administraciones: la financiación".
En la zona de La Estrella, Morales explica que la actuación más
importante que debería llevarse a cabo es "aumentar la altura de los
arcos del puente de la autovía para evitar que se vuelva a atascar,
pero hasta que se ejecute, tendremos que seguir viendo intervenciones
para parchear la situación".