Cuántos caminos una persona debe caminar antes de encontrar la
justicia y la verdad.
Cuántos años tienen que pasar para que nos sea permitida la libertad y
la dignidad.
Cuántas veces tenemos que girar la cabeza pretendiendo que no vemos la
miserias humanas, siendo cómplices de la indiferencia.
Cuántas veces tenemos que alzar la vista y, antes de poder ver el
cielo, tenemos que sufrir la traición, la descalificación, el insulto,
la calumnia, la demagogia, la hipocresía, el cinismo, el sectarismo,
la incoherencia, el egoísmo, el derroche y sobre todo, la cobardía de
no hablar alto, claro y mirar de frente a las personas.
Cuántos oídos debemos de tener antes que podamos escuchar a los demás
llorar, buscando una respuesta.
Queridos vecinos y vecinas, quizás la respuesta haya que buscarla en
el viento o, ¿alguien la tiene?. Yo, solo sé que cuando se tiene un
reto se saca lo mejor de uno mismo y se pone al servicio de los demás,
sin miedos y sin complejos, y con único dogma de fe, el respeto a la
dignidad humana.
Este texto está inspirado en la canción de Bob Dylan "Blowing in the wind"
José Antonio Cuevas Rivilla, miembro de la candidatura de Unide.
